has estado con el desde que comenzaron esta historia,
Dio la coincidencia que una vez nacieron dos bebés,
con el mismo color de ojos, y con el pelo al revés,
y dio la coincidencia también, que se encontraron una vez,
en un bosque plagado de luciérnagas y de pequeños cien pies.
No es fácil jugar cuando no sabes que lo estás haciendo,
pero no intentes negarme, le dijo el.
Y ella lloró sentada bajo un árbol, un día claroscuro,
sus ojos nublados dijeron palabras, que se cerraron después de un tiempo,
y pensó que su corazón había sanado.
Pero cada vez que esos ojos se encuentran desafortunadamente,
el cierra su chaqueta, para que no se note que su corazón brilla por ella,
y tímidamente, la muchacha agacha la mirada
y aunque el brillo ilumina su cara,
y aunque el brillo ilumina su cara,
ella no se da cuenta.