jueves, enero 21

Catorce de Febrero


Una amor con varicela
podría ser la respuesta esta enfermedad que hoy lleva tu nombre
me han pedido que hoy te escriba una carta de amor
amor de ese que es dulce, sabor a miel con limón,
con tus ojos oscuros es difícil imaginar lo ancho del océano,
pero que fácil es al tomar tu mano volar por el cielo.
Eres como un Peter Pan de sinfonías, ¿sabías?.

Anoche, desperté con un temblor,
supe que tu corazón estaba sufriendo y latía con fuerza.
Al tocar nuevamente mi almohada,
ésta me dijo que no había remedio que te curara,
que la fuerza de tu corazón hoy la absorbía tu alma.

Busco tu sombra junto a la mía cuando camino por la plaza,
el ojo de esta ciudad me mira, y sonríe.
Y SE RÍE.

Se ríe de mi por que sabiendo que no pienso que si se puede.
¡Ay que inepta eres! me lo repite mi reloj todo el día,

Estoy conciente de lo poco atrevida que soy.
Estoy conciente de que hoy tus labios ya no saben a limón.

Una abuela tejía un chaleco hasta altas horas de la madrugada,
quería que su hombre frío no pasara.
Se lo entregó un 13 de febrero antes de salir,
y a la media noche su corazón dejó de latir.

Ideas dispersas una tarde veraniega,
la noche con zancudos que limitan el amor robando sangre ajena,
los gatos aullan a los perros, los perros ladran a los ratones,
los ratones roban queso, queso de tu cocina,
cocina que fue mía, con tus ojos de etiqueta, etiqueta de mi vestido,
que me diste ese catorce, catorce olvidado y retorcido,
atemorizante y caluroso.
Onírico, nada real y doloroso.

viernes, enero 8

Aquí somos todos raros.


Chiquillo mira,

si estás leyendo aquí, entonces no eres normal.


¿Quién se dedicaría (aunque fuese un minuto) a leer los poemas de una loca destartalada?


No, no... hay que estar un poco tocado para hacerlo

Que raro ah.


A puesto que usted intenta crear versos en la noche,

apuesto que no le gusta la misma música que a los demás,

y que al estar enamorado, no dedica una canción de Arjona,

dedica un cuento, dedica un poema.


Déjeme decirle, que es usted un ridículo.

Si, como lee.


Usted es RARO.


Si lo miran en la calle, no es por que sea el más guapo.


Usted es RARO.


Raro como una profesora que gana un premio nobel.

Raro como un cabro chico de doce que escribe poemas.

Raro como un profe de física que en vez de ser poeta, es anti-poeta.


Mire que raro ah.


Raro como la bruta que escribe esto.

Que le gusta su letra en cuadernos de hojas blancas.

Que solo ocupa "Bic punta fina"

Que cree que este poema no es poema, es un chiste.

Que se pone a jugar con silicona y después se enoja por que está pegajosa.

Que no tiene intenciones de seguir escribiendo y lo hace.

Que LAME el chocolate.

Que come leche seca, chocolate en polvo.


¿Sabe que? Vayase a su blog, a su cuaderno, o a lo que sea.

No lea más.


Oye... ¿Sabes? ERES RARO.




(Y obviamente, yo también)

Círculo


Derrepente me encuentro pensando,

craneando, creando, inventando,

cuando menos creo poder hacerlo.

A veces, y solo a veces que quede claro, miro al cielo

y al ver estrellas se me ocurren versos,

desesperados de encontrar poema y canción.

Versos cortitos como

"Estrella de infinitas pecas, ese eres tú",

o cosas más largas como

"Y si desearte el mal fuera mi cielo,

si desearte eternidad, fuese mi tierra,

y desearte, así, sin más... solo desearte fuese mi temple,

entonces, sin más me perdí en un mundo sin mar,

sin sol, sin luna y sin ti"


No, no es un poema de amor.

Ay lo siento, hoy no.

Hoy no siento amor, se me acabó la sangre que me bombeaba el corazón.

Si quiere, brindemos por eso.

Esta noche soy otra,

¡Se acabó!


Lo siento otra vez, mis palabras no son dulces como sus empolvados,

lo siento por segunda vez, mis versos no son dulces como sus palabras.


Mi boca escupe frases, mis manos escriben picante,

hoy no soy yo, lo siento... ¡he perdido mi alma!

No, no doy recompensa por algo que no me interesa,

¿está usted enterado del color de mi alma?

No tiene.


Dulce señor del sombrero de copa,

empolvado señor de ojos vagabundos.

Déjeme decirle que hoy, se acabó su turno en el juego,

déjeme contarle, que estuvo a punto de ganar,

pero estaba muy ciego cuando tuvo que ver,

no estuvo atento,

lo siento, ahora creo que no fue error del otro jugador, como creía,

fue suyo... ¡oh si! ¡FUE SUYO!


Que alivio señor, que alivio.

domingo, enero 3

Nada

Esa mañana se levantó más temprano que de lo común, lo que no quiere decir que sea realmente temprano. Un deseo de orden y limpieza la recorrió ese día, ató su pelo con un elastico, e hizo su cama, como nunca antes lo habia hecho, con ánimo. Recogió la ropa sucia, la dejó en la lavadora, luego procedió a limipar el living y ordenarlo.Al finalizar, cocinó un almuerzo improvizado, escuchando música y bailando mientras revolvía, mezclaba, cortaba y sazonaba. La mezcla de olores y sabores le recordaba a su abuela quén todas las mañanas de su infancia la despertaba con un olor distinto y sabroso.Luego del almuerzo, quizo escribir en su diario, la música de aquel día le recordaba sus años en las tablas... "tan joven y tan antigua" pensó, el tiempo no pasaba en vano, sus ojos se irían agrietando, su pelo creciendo y sus manos, sus manos continuarán escribiendo.Es lo único que no le pueden quitar.

Alarma


Hoy mi alma extaciada pide dulces de miel
Los zafiros de tu mirada perdida me invitan a bailar con ellos,
Saber que no estás dentro de ti me perturba,
Es tu mirada recóndita, tu desconocido encanto,
el dulce que no encuentro, que está escondido en tus entrañas.

Me levanto por las mañanas sin pensar en ti,
no pienso en nada.
Generalmente un rayo de sol me golpea la cara,
me desanima.
El sueño cálido de la noche anterior siempre se mantiene en mi memoria,
los dulces acordes de tu melodía se vienen a mi mente al mediodía,
cuando escucho pájaros desafinados y gatos descontrolados por la ventana susurran.
Susurran que me quieres.
Mentiroso, mentiroso aquel que dijo que alguna vez era imposible.
Ilusa yo, que lo creí posible.
Los relámpagos pierden color en tu mirada,
aún así, es agradable observar tu imperfecta cara,
Mis órganos se mantienen intactos cuando te veo,
increíblemente, mi corazón ya no se acelera de sobremanera,
mis sentidos se mantienen intactos y mis piernas no se mueven sin mi consentimiento.

Y el roce de tus mariposas, con las mías me parece... alarmante.