domingo, diciembre 8

Diario - 9

Poder detenerse en los momentos debería pasar más seguido
o retroceder y avanzar a voluntad todo el tiempo perdido
volver a ganarlo y volver a perder,
no sé como fue que me volví fanática del romanticismo
ando viendo películas todo el día en mi cabeza romántica
generalmente soy de escenas melosas,
acompaño cada una de ellas con una mueca de desgano,
no es intencional, se me sale.
Cuando me atacan los demonios suelo ser más dramática
no es mi plan favorito pero es el que más llama la atención
me perturba la idea de ver y ser la escena
en un minuto soy el personaje que veo y al siguiente un testigo distante,
de cualquier modo sufro igual
pero lo paso bien si lo analizo tiempo después,
es que también soy fanática de los sentimientos involuntarios
los odio tan profundamente que siento un terrible y tormentoso amor por ellos
cuando están conmigo estoy constantemente tratando de que se vayan,
pero cuando no los tengo los añoro de manera inconmensurable,
soy un típico ser humano que no está conforme
y no estoy conforme con mi desconformidad,
quiero cambiar, y sentir el presente todos los días como lo hace alguna gente
es difícil ah, sobretodo cuando uno es una persona nostálgica y memoriona,
no quiero recordar mis sueños pero siempre recuerdo los sentimientos que me dejan las pesadillas,
un día me abandonaste ahí entremedio de la gente y no se me olvidó más
cuando dije tu nombre parecía una palabra que acababa de inventar,
estaba tan lejos y tú tan ensimismado en ese pasillo en el que te dejé
cuando volví solo había gente y tu mirada castaña había desaparecido
dejando un halo de tu figura que se me repetía como un holograma,
no es tu culpa haber estado ahí
yo te llevé obligado porque tu me obligaste a mirarte primero
ahora me arrepiento y pido perdón pero no vale nada
nadie me escucha y prefiero que las cosas se queden así tal cual,
yo con mis vasos quebrados y mis brazos rotos esperando tu abrazo
y tú allá en el camino siguiendo el mapa hasta el final del arcoíris.