miércoles, julio 9

Círculo de la vida

Volver a la escritura es como volver al origen
estoy empezando de cero, después de tanto.
El camino ha sido amable,
la estancia ha sido insoportable,
cuando uno camina y ve de lejos el final
cree que las piedras no van a ser tan grandes
como para botar un cuerpo
un alma, una esperanza, un espacio vacío
vacío de ideales
vacío de objetivos
vacío de esperanzas
vacío de colores.
Un espacio lleno de sueños y vacío de motivación
es como una discapacidad desconocida
una forma de no poder y siempre querer
como que falta una célula o una hormona,
y cuando todo ya se desmorona el vacío hambriento de sueños
pide comer
pide beber
y no hay respuesta de nada, ni nadie.
Entonces el cuerpo se empieza a enfermar
duele la espalda, la cabeza, las piernas, el corazón,
y no hay como curar más que con tiempo ese dolor.

Los colores desteñidos empiezan a desaparecer
¿y cómo consigo anilina para volverlos a pintar?
Pareciera que estamos encerrados en un círculo sin salida
¿para qué vinimos a esta vida?
para estudiar, trabajar, y mantenernos vivos
¿o para jugar?

Lo que sí sé es que debemos mantenernos seguros
seguros siempre
el miedo hoy es ese enemigo que te acaricia la espalda,
y nacen niños cuyos padres asustados les enseñan
que lo más importante es estar seguros
para eso debemos ser estudiosos y trabajadores
seamos metódicos para que mañana no falte nada,
nada material, nada profesional, nada artificial. 

Para salir del círculo hay que ser valientes
y pocos lo son en estos días,
hay que atreverse a aceptar el rechazo
soportar el fracaso como obligación.

Volver a escribir es como volver a intentar escapar, 
voy a escribir tan rápido que un día habrá pasado el tiempo
y no lo habré notado.
Voy a escribir tan fuerte que el sonido del teclado va a ser lo único que escuche
y voy a escribir tantas cosas que se me van a acabar las palabras.
Y así voy a poder soportar,
así voy a poder jugar un rato
para alimentar mi espacio vacío existencial.