martes, abril 19

de otoño

Podría quedarme aquí esperándote hasta quedar seca.
No me engañes, no me busques, no me llames,
no me ilusiones, no me mientas.
No te burles.
Con tus ojos gigantes irradias una carcajada,
tus pestañas me hacen dormir.
Tu voz. Tu voz retumba en las paredes que visito,
tu cuerpo se mueve, tu sonrisa me calma, me sonríe.
¡No me bailes con tu pelo escurridizo!
¡No intentes ser simpático con tu nariz!
No lo soporto,
No te soporto,
No me soporto.
Maestriando me vi una tarde de abril mientras olía a pasto mojado,
y los autos me dejaban sin habla.