lunes, noviembre 30

Ahora conmigo

Ya es hora de que me empieces a desconocer
porque hace rato que no nos conocemos
quizás lo más banal si, pero no por dentro.

No te reconozco ni en tus pupilas
en ninguna parte de tu abrazo
solo en una cosa: tu lejanía.

Que ya se había vuelto costumbre

y me acostumbré.

Pero tu sabes que aunque resistí
me rompiste
y sola tomé mis pedazos, y me armé

Ahora sin ti y tus cuerdas
ahora sin ti y tu silencio
ahora sin ti y tu juicio

Ahora conmigo y mis viejas costumbres
ahora conmigo y mis ojos solitarios

Sin ti, pero conmigo.

miércoles, noviembre 11

Invitación

Vamos a hacer un juego
me vas a contar tus miedos
y voy a tener acceso a todas tus puertas
a los vacíos existentes en cada cuenca de tus venas quebradas
delgadas, sutiles, palpables

Me vas a dar un par de consejos ferbiles
y escucharé tu canción salir del pecho

Pero antes vamos a ser salvajes
un rato sin traje
sin maquillaje

solo así se podrá decifrar la verdad
desnudos con cada cicatriz visible
incluso las de tus entrañas
y el razgado de tus raices.

lunes, noviembre 9

Verborrea I

¿Tu sabes cuanto tiempo
tarda el reloj en volver a las doce?
¿Son veinticuatro horas las que nos atrapan?
no tengo idea, una tarde cualquiera voy a encontrar la respuesta.

Como cualquier tarde de cualquier verano
o de cualquier otoño
donde me encuentre tus zapatillas grises
o lo que sea que tenga un atisbo a ti.

Cualquier guitarra o cualquier djembé
o cualquier instrumento en cualquier carrete.

En una tarde que prende fuego y nacen esperanzas verdes
que después son cenizas grises
otra vez grises
como tus ojos que a veces cambian de color
o mi mirada que a veces cierra ventanas.

Como esos caballos con los que hablé cuando fui de paseo
o las ovejas que alimenté y me regalaron una mirada tenaz.

Como ver la foto de Nicanor Parra y seguir imaginando
que me lo voy a encontrar en una playa imaginaria
con un libro imaginario
y que yo estaré justo con uno de mis poemas imaginarios
y que lo leerá y me dará un elogio imaginario.

Como imaginar a la Violeta Parra diciéndome
que lo hice todo mal
que así no se hacen ná las cosas acá!

Y seguir y seguir imaginando
las miles de opciones que podrían haber sido
pero que hoy ya no fueron
y algunas nunca lo serán.

No quiero ser pesimista
pero tengo un presentimiento
y lo quiero ignorar

pero ustedes ya saben como son los presentimientos

son porfíaos, se te meten debajo del pecho
y saltan como si la piel de mi corazón fuese una cama saltarina
y mis entrañas el cielo
y mis ojos el sol
y mis pies las raíces
que me duelen porque se despegan del suelo
y sangran
porque no soy un árbol
pero aún así tengo raíces
que sangran, tanto tanto sangran
que me quedo seca a ratos
hasta que se me caen las lágrimas
o la saliva
o me meto al río

o me hidrato con una canción que me haga sentir fuerte un ratito.