martes, noviembre 30

Historia de amor sin final feliz.

No lo intentes negar,
has estado con el desde que comenzaron esta historia,
Dio la coincidencia que una vez nacieron dos bebés,
con el mismo color de ojos, y con el pelo al revés,
y dio la coincidencia también, que se encontraron una vez,
en un bosque plagado de luciérnagas y de pequeños cien pies.

No es fácil jugar cuando no sabes que lo estás haciendo,
pero no intentes negarme, le dijo el.
Y ella lloró sentada bajo un árbol, un día claroscuro,
sus ojos nublados dijeron palabras, que se cerraron después de un tiempo,
y pensó que su corazón había sanado.

Pero cada vez que esos ojos se encuentran desafortunadamente,
el cierra su chaqueta, para que no se note que su corazón brilla por ella,
y tímidamente, la muchacha agacha la mirada
y aunque el brillo ilumina su cara, 
ella no se da cuenta.