miércoles, junio 13

Marcela

Hora del té
Estás sucia
Teníamos un mantel,
y en él escondidos un montón de recuerdos que aún no habíamos vivido
aún veo el escenario en el que íbamos a morir juntas.
También un viaje al espacio
con poca plata y maletas oníricas
íbamos a ser las mejores

Y los pistachos...

No te voy a regalar jamás el alivio de la culpa
no puedo hacerlo, has construido cimientos demasiado pesados en mis órganos
mi caminar se hace más pesado a medida que tu cara se repite en mi rutina
Es tan ligero mi silencio que me aleja
Y me voy
cuando haya desaparecido, acuérdate de mi.
Yo no quiero
pero lo hago todo el tiempo.
Sigues viva en mis almuerzos los domingos

No he podido borrar mi rabia, te prometo que lo he intentado
No he podido borrar la felicidad que me habías regalado
No he podido borrar mi reflejo roto en el espejo
Ni las fotos
Ni las entradas del teatro

Pero no puedo perdonarte.
Perdóname, no puedo hacerlo.

Por eso me despido en el único lugar dónde se liberan mis manos
y se me sale el espanto en las palabras.

Cuando me haya ido
acuérdate de mi
aunque sea cuando veas tu pelo
y recuerdes que alguna vez fuimos la misma persona.

Aún me pregunto en la micro
por qué te fuiste tan rápido
y me dejaste sola.