Nudo de sal

Puta que duele

Desarmarse ese nudo

que se me arma en la garganta

Y que nadie logra decifrar

Es mi tráquea enredada con mi desorden mental

Y la piel se humecta con la sal de mi lluvia
Cuando los pensamientos pesan tanto que impera en mi la necesidad de apoyar mi frente en la ventana de la micro
Y tengo que soltar mi nudo de agua
Mi nudo de dudas de dolor de miedo de frustración
Tengo que dejar ir mi nudo de soledad, de abandono y súplica.

Se me secan los labios
Se seca mi pecho entero y mis ovarios
Estoy sentada aquí rogando por un poco de vuelo
Rogando por un poco de silencio
De paz
Rogándole que pare de llorar a la niña que se atrapó en las paredes de mi cuerpo y que me pregunta dónde están las ganas furiosas de comerse el mundo que le juré a mis palmas y  a cada esquina de los bordes gruesos de esa voz infantil.

Donde me encuentro ahora...
Sola en un pedazo oscuro de mi cerebro
En el rincón que se apagó la luz de mis entrañas

Donde me encuentro ahora no hay espacio para otra cosa que no sea un rastro de sal abandonado por mis lágrimas

Y mi niña me pide que pare
Pero no puedo y ya no sé cómo dejarla salir sin hacerme sufrir.