Incoherencia

Suele suceder ah... a mi me pasa seguido dijo don Guido cuando le conté, que Rosita a la hora del té, se comio con cuchara y todo la ensalada de doña Papa su madre, y como era de doña papa le saco en cara que tenía hambre.
PAPAPAPAPAPA alimentame, dijo
no, no lo hizo y entonces comimos guizo, rico, si rico rico, con un poco de tico, quedaria rico.
A mi nadie me dijo que la coherencia era buena, señora Zarzuela, coma avena, sino, se le ponen las patas flacas y se le encorva la espalda.
Pero señora Juana, quién le dijo que comiera todo el día? no ve acaso usted, como le a crecido la barriga?
No tiene caso, no tiene, no tiene.
Me llamó Susana y me dijo que tomara agua de manzana.

Roberto se enamoró, se enamoró de Pamela, la puta que se para todos los días en la esquina.
Ciego se quedó, pensaba que era una princesa, lo engaño, le pegó y le robó: plata, comida y su corazón. Y como Roberto, ni cuenta se dió, feliz con la princesa puta se casó.

Y vivieron felices, y por un tiempo corto comieron perdices, hasta que ya no tenian plata y entonces ahi, Pamela se marchó. Se comió el último poroto y se fué. Y Roberto el gueón ciego ahí quedó, comiendo porotos y tomando vino en caja.

Don Guido dijo que no se puede contar con las putas para ser feliz.

Parece que era cierto.

A todo esto, se fue al cielo don Roberto.